Libertad en Vuelo
Historias de Arrepentimiento
Directora Ejemplar. Mujeres que buscan el cambio y piden ser aceptadas en la sociedad.
Por Kelly Gianina Rojas Ruiz
Sus vidas transcurren en medio de la pena de estar alejadas de sus familias y rogando al Divino Creador que las perdone y se apiade de sus hijos. Aceptan sus culpas, más piden clemencia a la sociedad, ya que temen un futuro incierto. Sus preocupadas mentes no pueden descansar, pese a tener todo el tiempo del mundo, porque dudan que alguien confíe en ellas cuando hayan cumplido su sentencia. Necesitan una sociedad que las mire con ojos humanitarios y les de otra oportunidad.
Casos que conmueven
Felipa Nery Jiménez Peña es acusada por secuestro; sin embargo ella alude que no realizó tal acción.
La historia de inicia cuando la madre del bebé que supuestamente Felipa había secuestrado, le pide que le cuide a su hijo porque iba a salir de casa y la interna accede a la petición amablemente, es al día siguiente que empieza su calvario.
La Directora del Penal de Mujeres de Sullana, Ruth Velasco Ato, señala que esta interna tiene transtornos mentales y que durante los tres meses que lleva en el penal ha intentado suicidarse en varias oportunidades, injiriendo una mezcla den ácido, raticida y lejía.
La inculpada afirma que “se olvidó” de devolver al bebé el mismo día y cuando fue al día siguiente a devolverlo, ya estaba la policía buscándola.
“Me olvidé de devolver al bebé, no sé porque mi amiga hizo eso”, dijo refiriéndose al dolor que le ha causado ser acusada de una acción que dice no haber cometido.
“Desde que estoy aquí, ninguno de mis familiares ha venido a verme y ya llevo tres meses”, comenta y dice no estar arrepentida de intentar matarse; sin embargo asegura que la próxima vez que le pidan un favor, como aquel que la llevó a las rejas, jamás lo volverá hacer. Ahora se ha vuelto desconfiada y no es para menos.
Por sus reiteradas crisis, la señora Ruth ha pedido al Crem que le realice dos evaluaciones, una Psicológica y una Psiquiátrica; sin embargo, ha obtenido una respuesta negativa, ya que tales evaluaciones tienen un costo de S/. 70.00 soles cada una; han pedido ayuda a varias organizaciones pero hasta hoy no encuentran un alma caritativa y generosa que quiera apoyar en su causa.
El caso de Bertha es también muy delicado, tiene dos semanas en el penal y seis veces ha convulsionado. Se le acusa por narcotráfico y todavía no está sentenciada. Además tiene una niña especial que se la cuida una amiga.
Juventud a las rejas
La madre más joven del penal es Ana More Pérez Huaman, con 18 años, dice haber llevado una vida muy dura, es por ello que decidió aceptar cuando le propusieron que traslade una cama de Chiclayo a Sullana. En ese objeto de madera estaba camuflada la droga. Su hazaña le costo estar en las rejas. El pago sería de S/.1000.00 soles. Ahora ni el dinero borra el dolor que siente por haber perdido a tu familia, pues su esposo, quien no sabía nada, según la interna, también ha sido tomado y llevado a la cárcel. Tiene un hijo de un año nueve meses, que es el ángel que alumbra su existir y por él se aferra a conseguir la libertad, no pierde la esperanza de iniciar una nueva vida pero esta vez conciente del error que puede ser no llevar dinero legal al hogar, sin droga, sin peligros, sin arriesgar la libertad que ahora valora más que nunca y pide que los jóvenes, en especial las mujeres no se dejen conducir por caminos equivocados y por más que sea grande la necesidad, creen otras salidas, busquen otra manera de ganar dinero, sin arriesgar la tranquilidad. Se arrepienten y dice que sólo en estos momentos de crisis puede valorar lo que tenía, una familia humilde pero unida, profesándose recíprocamente todo su cariño, ahora no le queda nada.
No sigan mi ejemplo
Es muy doloroso escuchar que una madre les diga a sus hijos: “No sigan mi ejemplo”.
Esta es la frase que ha marcado la vida de Mírian Jiménez Rivera, quien lleva siete años en el Penal de Mujeres de Sullana, acusada por sindicación.
Su esposo alquilaba su casa para que allí “arreglaran” las encomiendas con Pasta Básica de Cocaína (PBC). Sucedió que tomaron a los cabecillas en Lima y fueron ellos los que delataron a Mírian y a toda su familia.
Ella es madre de seis hijos. La hija mayor tiene 24 años y conduce a sus hermanos desde que sus padres ya no están a su lado. Su padre purga una condena de 16 años, desde el año 1999, en que fue llevado a Pixe, La Cárcel de Chiclayo, mientras Mírian ingresó al penal tres años antes.
La interna afirma que está arrepentida y que sólo le pide a Dios que guíe a sus hijos y que no sigan sus pasos, más bien, se formen y eduquen en valores y conocimientos para que puedan ser elementos de desarrollo para la sociedad.
Pide clemencia y solicita a quién corresponda en el Poder Judicial, ayudarla para que consiga una pena de 12 años pero con beneficio.
A sus 47 años, la ayavaquina, dice haber reflexionado y pide a la sociedad que le de otra oportunidad.
Pedidos
A los abogados caritativos, acercarse a patrocinar los casos que aún no están en proceso.
A las personas generosas que pueden apoyan económicamente para adquirir los medicamentos y evaluaciones médicas que necesitan las internas, acercarse al penal o llamar al (073) 501848.
Directora Ejemplar
Todas las internas manifiestan su reconocimiento, respeto y cariño hacia la Directora Ruth Velasco Ato y afirman: “Como ella no hay otra”.
Me tendieron una trampa
El caso de Sebastiana Rivera Sánchez es muy complicado, a sus 46 años ha tenido tres procesos por tráfico ilícito de drogas. Primero le dieron ocho años de prisión y luego cuando decidió darle datos a la policía a cambio de disminuir su condena, recibió un puntapié y es que, según asevera, los policías le tendieron una trampa con el único objetivo de que fuera la guía para que cayera toda la banda de narcotraficantes. En ese entonces ya estaba en curso su segundo proceso penal y la sentencia de diez año que le habían dado se incrementó en cinco años. En su tercer proceso por el mismo motivo, le dieron una sentencia de 12 años; sin embargo, ella apeló y luego incrementaron su sentencia en 25 años. En total debe estar en la cárcel 48 años. Ella dice que está arrepentida, pese a que su historial es antagónico a sus afirmaciones.
No me olviden
La interna Lila Valvín de 54 años, se encuentra en el penal por tráfico ilícito de drogas, lleva 18 meses tras las rejas y purga una condena de seis años. Es madre de dos pequeños de seis y ocho años. Su tierra natal es el Departamento de Junín, Provincia de Satipo.
Delinquimos por necesidad
Un testimonio anónimo es el que nos dio una interna. Ella manifiesta: “Si delinquimos es por necesidad, porque no hay trabajo y no tenemos dinero para mantener a nuestras familias”.”La sociedad debe comprender eso”, concluyó, pese a afirmar que está arrepentida y que ahora sabe que existen otros caminos para no arriesgar su libertad y la de sus seres queridos.
Talleres
Los talleres ayudan a la reformación de las internas, al viraje que estas personas necesitan para transformar su interior y renacer sus desdichadas vidas, con la esperanza de un mundo mejor. Los de tejido son a crochet, bordados, estampados, confección de muñecas que luego les dan a las integrantes de los aclamados “Talleres de Oración” para que les ayuden a vender y así ganar unas cuantas monedas que les sirvan para subsistir.
Los grupos pastorales que las visitan son de la Iglesia Matriz de Sullana y de la Catedral de Piura a cargo del Padre Ignacio Arrañaja, quién lleva la palabra de Dios a sus agotados corazones para sembrar una luz de esperanza y que sus almas se inunden de paz y conversión. Estos closeps de oración se imparten los días lunes, miércoles y viernes, la religión católica y los martes y sábados la religión evangélica.
Un día en el penal
Su jornada se inicia a las 6:00 AM. A las 8:00 AM es la formación y se les toma lista.
A las 9:00 AM son los talleres de estudios. A la 1:00 PM es el almuerzo. De 3:00 PM a 6:00 PM, tienen permiso para mirar televisión. Desde las 6:00 PM hasta las 10:00 PM pueden encender la luz de sus habitaciones. Hora esta última en que las despiden hasta el día siguiente.
Todo lo mencionado es pura realidad, no hay ficción en esta narración. Si pensamos que estamos libres de ver dibujados estos casos en nuestra propia vida, estamos equivocados, por ello ante cualquier adversidad que nos ocurra debemos caminar por la vía de lo legal y de lo legítimo para evitar derramar lágrimas de sangre. Reflexionemos antes de proceder.
Thursday, December 21, 2006
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