Las Claves del éxito
Por Kelly Gianina Rojas Ruiz
revistaenfamilia_piura@yahoo.es
En una sociedad tan marcada por el relativismo y antropocentrismo, se requiere urgentemente de personas con valores, actitudes positivas y aptitudes que les conlleven a la calidad en su profesión u oficio.
Precisamente este fue el tema del “Taller de Actitud Profesional y Empleabilidad” organizado por la Asociación Ferreyros a quien agradezco publicamente su ineterés por la educación y formación integral de los futuros profesionales en nuestro Perú.
El sueño de la mayoría de nosotros, los profesionales en entrenamiento, es llegar a tener éxito y felicidad. ¿Cómo lograrlo?, es la interrogante que nos asalta, principlamente a los jóvenes que iniciamos nuestros pasos por el largo camino de la vida. La mejor alternativa es, la propuesta de Ferreyros transmitida por la Psicóloga July Chávez, quien dice: Debemos evaluarnos primero, es decir hacer un análisis FODA para saber con precisión cuáles son nuestras fortalezas, oportunidades, amenazas y debilidades, dependiendo de ello, reforzaremos lo que nos haga falta y aprovecharemos nuestras capacidades. Los valores eternos son importantes en esta preparación para el éxito, en primer lugar está la responsabilidad y el respeto. Las actitudes positivas juegan un rol muy importante, pues será nuestra marca, nuestra identificación, nuestro sello de oro, lo que nos permitirá diferencirnos de los demás, así las personas nos recordaran por nuestra manera de actuar, amigablemente, amablemente o simplemente como un ser humano amargado con el que no quisieran volverse a encontrar jamás. La animadversión o empatía que perciban los demás, dependerán de nosotros y lo que exista en nuestra alma.
En este rompecabezas, otra de las piezas es el cambio que debe ser positivo, convertirse para vivir con dignidad, tener una visión profunda, ver más allá de lo evidente. Un buen profesional es aquel que tiene dos componentes: Intelecto y espíritu. El intelecto representa la preparación en conocimentos científicos o referentes a nuetra especialidad, en mi caso, sería estar actualizada en Comunicación Corporativa –por lo que me inclino- y saber utilizar las tecnologías de la información, idiomas y técnicas o estilos de redacción como buena comunicadora social. Cada persona tiene sus respectivas aspiraciones, dependiendo de ello, debe buscar cómo canalizarlas, definir nuestros objetivos y metas para poder luchar por nuestros sueños e ideales. Por otro lado, en mi opinión, la parte principal en este camino, es el espíritu, que algunos denominan desarrollo personal y otros, desarrollo integral, religiosamente otros, pedir gracia de Dios para fortalecer el espíritu. Es vital esta última parte, ya que, de ella depende nuestra satisfacción en la vida. De nada sirve que lleguemos a tener grandezas materiales si no tenemos con quién compartirlas, de nada sirve que tengamos una mansión muy lujosa si no vivimos en paz con nuestros familiares, con nuestros padres, hermanos, primos, amigos -y para los casados- esposo/a. Todo es consecuente, si tenemos gracia de Dios, tenemos pureza y fe, entonces podremos ofrecer amor al prójimo. Seremos humildes y solidarios con la personas de nuestro entorno y nos encaminaremos a la perfección en todo lo que hagamos, ya sea en nuetro trabajo ya sea en otros aspectos de nuestra vida cotidiana. El reto para ser mejores personas es proponernos diariamente buscar la santidad y sólo así, al lado de Dios, el resto vendrá por añadidura. En este taller se mencionaron algunas características para hacer viable y factible la empleabilidad –estar preparados para poder desempeñar un trabajo- estas son: Inteligencia emocional, es la manera de cómo reaccionamos ante cualquier situación. En la vida siempre tenemos dos opciones de ánimo, o estamos bien o estamos mal humorados, si yo decido estar bien, no debo ni puedo permitir que otro heche por la borda mi decisión, estar bien pese a cualquier adversidad, si alguien se acerca sólo para proferir ofensas y borrar mi buen ánimo y ganas de vivir, simplemente debemos tener la convicción de que nuestra decisión es más fuerte y así será; Adaptabilidad, debemos ser abiertos al cambio, adaptarnos a nuestro nuevo empleo, a los nuevos compañeros de trabajo, la nueva ciudad donde trabajamos, las nuevas herramientas que utilizamos; el orden que empieza desde la cabeza -saber pensar- hasta la forma de vida y el comportamiento con nuetro entorno; Marketing personal, es vender nuestra imagen, recordemos que la esposa del César no debe sólo serlo, además parecerlo, el objetivo de nuestro estilo de vestimenta debe ser el reflejar lo que somos, de tal manera que si somos personas dignas y respetables nos vestiremos como tal; Red de contactos, interactuar constantemente con nuestras amistades, colegas, amigos, para poder enterarnos de cualquier novedad a nivel profesional; Competitividad a nivel internacional, capacitarnos constantemente, recordemos que es la inversión que maximizará nuestros ingresos; Capacidad para comunicarse, saber relacionarse con personas de las que aprenderemos mucho. Sólo así lograremos el éxito y la felicidad. La constancia y dedicación deben ser siempre nuestros aliados.
Por Kelly Gianina Rojas Ruiz
revistaenfamilia_piura@yahoo.es
En una sociedad tan marcada por el relativismo y antropocentrismo, se requiere urgentemente de personas con valores, actitudes positivas y aptitudes que les conlleven a la calidad en su profesión u oficio.
Precisamente este fue el tema del “Taller de Actitud Profesional y Empleabilidad” organizado por la Asociación Ferreyros a quien agradezco publicamente su ineterés por la educación y formación integral de los futuros profesionales en nuestro Perú.
El sueño de la mayoría de nosotros, los profesionales en entrenamiento, es llegar a tener éxito y felicidad. ¿Cómo lograrlo?, es la interrogante que nos asalta, principlamente a los jóvenes que iniciamos nuestros pasos por el largo camino de la vida. La mejor alternativa es, la propuesta de Ferreyros transmitida por la Psicóloga July Chávez, quien dice: Debemos evaluarnos primero, es decir hacer un análisis FODA para saber con precisión cuáles son nuestras fortalezas, oportunidades, amenazas y debilidades, dependiendo de ello, reforzaremos lo que nos haga falta y aprovecharemos nuestras capacidades. Los valores eternos son importantes en esta preparación para el éxito, en primer lugar está la responsabilidad y el respeto. Las actitudes positivas juegan un rol muy importante, pues será nuestra marca, nuestra identificación, nuestro sello de oro, lo que nos permitirá diferencirnos de los demás, así las personas nos recordaran por nuestra manera de actuar, amigablemente, amablemente o simplemente como un ser humano amargado con el que no quisieran volverse a encontrar jamás. La animadversión o empatía que perciban los demás, dependerán de nosotros y lo que exista en nuestra alma.
En este rompecabezas, otra de las piezas es el cambio que debe ser positivo, convertirse para vivir con dignidad, tener una visión profunda, ver más allá de lo evidente. Un buen profesional es aquel que tiene dos componentes: Intelecto y espíritu. El intelecto representa la preparación en conocimentos científicos o referentes a nuetra especialidad, en mi caso, sería estar actualizada en Comunicación Corporativa –por lo que me inclino- y saber utilizar las tecnologías de la información, idiomas y técnicas o estilos de redacción como buena comunicadora social. Cada persona tiene sus respectivas aspiraciones, dependiendo de ello, debe buscar cómo canalizarlas, definir nuestros objetivos y metas para poder luchar por nuestros sueños e ideales. Por otro lado, en mi opinión, la parte principal en este camino, es el espíritu, que algunos denominan desarrollo personal y otros, desarrollo integral, religiosamente otros, pedir gracia de Dios para fortalecer el espíritu. Es vital esta última parte, ya que, de ella depende nuestra satisfacción en la vida. De nada sirve que lleguemos a tener grandezas materiales si no tenemos con quién compartirlas, de nada sirve que tengamos una mansión muy lujosa si no vivimos en paz con nuestros familiares, con nuestros padres, hermanos, primos, amigos -y para los casados- esposo/a. Todo es consecuente, si tenemos gracia de Dios, tenemos pureza y fe, entonces podremos ofrecer amor al prójimo. Seremos humildes y solidarios con la personas de nuestro entorno y nos encaminaremos a la perfección en todo lo que hagamos, ya sea en nuetro trabajo ya sea en otros aspectos de nuestra vida cotidiana. El reto para ser mejores personas es proponernos diariamente buscar la santidad y sólo así, al lado de Dios, el resto vendrá por añadidura. En este taller se mencionaron algunas características para hacer viable y factible la empleabilidad –estar preparados para poder desempeñar un trabajo- estas son: Inteligencia emocional, es la manera de cómo reaccionamos ante cualquier situación. En la vida siempre tenemos dos opciones de ánimo, o estamos bien o estamos mal humorados, si yo decido estar bien, no debo ni puedo permitir que otro heche por la borda mi decisión, estar bien pese a cualquier adversidad, si alguien se acerca sólo para proferir ofensas y borrar mi buen ánimo y ganas de vivir, simplemente debemos tener la convicción de que nuestra decisión es más fuerte y así será; Adaptabilidad, debemos ser abiertos al cambio, adaptarnos a nuestro nuevo empleo, a los nuevos compañeros de trabajo, la nueva ciudad donde trabajamos, las nuevas herramientas que utilizamos; el orden que empieza desde la cabeza -saber pensar- hasta la forma de vida y el comportamiento con nuetro entorno; Marketing personal, es vender nuestra imagen, recordemos que la esposa del César no debe sólo serlo, además parecerlo, el objetivo de nuestro estilo de vestimenta debe ser el reflejar lo que somos, de tal manera que si somos personas dignas y respetables nos vestiremos como tal; Red de contactos, interactuar constantemente con nuestras amistades, colegas, amigos, para poder enterarnos de cualquier novedad a nivel profesional; Competitividad a nivel internacional, capacitarnos constantemente, recordemos que es la inversión que maximizará nuestros ingresos; Capacidad para comunicarse, saber relacionarse con personas de las que aprenderemos mucho. Sólo así lograremos el éxito y la felicidad. La constancia y dedicación deben ser siempre nuestros aliados.
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